El Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó una acusación formal contra Naasón Joaquín García, líder de la Iglesia La Luz del Mundo (LLDM), y cinco de sus allegados, por integrar una amplia red de crimen organizado que durante décadas habría cometido abusos sexuales sistemáticos contra niñas, niños y mujeres, además de delitos financieros y de encubrimiento.
De acuerdo con la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York, los acusados conformaban la llamada “Empresa Joaquín LLDM”, que operó para la gratificación sexual de Joaquín García y de su padre, el fallecido Samuel Joaquín Flores.
Los cargos incluyen tráfico sexual, pornografía infantil, trabajo forzoso y transacciones financieras ilegales.
Detenciones y prófugos
Naasón Joaquín, quien ya cumple condena estatal por abuso sexual de menores en California, fue detenido nuevamente en Chino.
Eva García de Joaquín, madre del líder religioso, fue arrestada en Los Ángeles, mientras que Joram Núñez Joaquín cayó en las afueras de Chicago. Tres de los acusados —Rosa Sosa, Azalia Rangel García y Silem García Peña— permanecen prófugos y se cree que se encuentran en México. El gobierno estadounidense solicitará su extradición.
Abusos bajo la fachada religiosa
Según la acusación, la organización utilizó la doctrina de la iglesia para manipular a los feligreses desde su infancia y someterlos bajo una obediencia absoluta, asegurándoles que serían condenados si cuestionaban al líder.
Bajo ese control, se habrían cometido abusos sexuales, producción de pornografía infantil, explotación laboral y desvío millonario de donaciones destinadas al financiamiento de viajes, lujos y encubrimiento de pruebas.
“El presunto ciclo de victimización termina hoy”, afirmó el agente especial de HSI en Nueva York, Ricky J. Patel, al destacar la valentía de las víctimas que colaboraron en la investigación.
Un legado de abusos
El Departamento de Justicia subrayó que la explotación sexual dentro de La Luz del Mundo se remonta al fundador de la iglesia, Eusebio Joaquín González (“Aarón”), y continuó con su hijo Samuel Joaquín Flores y ahora con Naasón Joaquín García, replicando un patrón de violencia y manipulación de generaciones de mujeres y menores.
La acusación detalla además que cómplices cercanos, incluyendo la propia madre y colaboradores de confianza, “acicalaban” a niñas y adolescentes para que fueran víctimas de los abusos.
En paralelo, se intimidaba a quienes intentaban denunciar y se destruían pruebas —desde archivos y dispositivos electrónicos hasta testimonios manipulados bajo presión— para impedir la acción de la justicia.
Investigación en curso
La Fiscalía estadounidense pidió la colaboración de posibles víctimas o personas con información sobre la red, mientras advierte que los acusados se presumen inocentes hasta que un juez determine lo contrario.
Este caso es llevado por la Unidad de Delitos Violentos y Delincuencia Organizada de la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York, con apoyo de múltiples agencias federales y locales en Estados Unidos, así como la colaboración del Gobierno de México.

















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