En una noche cargada de tensión, emociones y 16 minutos de compensación, el Club Deportivo Guadalajara se llevó los tres puntos y el orgullo nacional al vencer 2-1 al Club América en el Estadio Ciudad de los Deportes, en una nueva edición del Clásico Nacional correspondiente a la jornada 8 del torneo Apertura 2025.
El encuentro, que comenzó con un primer tiempo trabado y sin goles, se destrabó en la segunda mitad gracias a la precisión ofensiva del Rebaño Sagrado. Al minuto 63, Roberto “Piojo” Alvarado abrió el marcador tras recibir un centro milimétrico de Érick Gutiérrez, superando la marca de Sebastián Cáceres y definiendo con contundencia.
La segunda anotación llegó al minuto 88 por conducto de Armando “Hormiga” González, quien recorrió más de medio campo con el balón, eludió a Igor Lichnovsky y disparó con la zurda desde la media luna para vencer a Luis Ángel Malagón B. El gol fue celebrado con euforia por la afición rojiblanca, que se hizo sentir en las gradas capitalinas.
Aunque el marcador parecía sentenciado, el árbitro Oscar Mejía García añadió 16 minutos de tiempo extra, lo que permitió a Alejandro Zendejas descontar para las Águilas al minuto 90+8, generando un cierre dramático.
Durante el encuentro, América intentó reaccionar con los ingresos de Henry Martín y José Raúl Zúñiga, pero la defensa tapatía, liderada por Raúl Rangel en el arco, se mantuvo firme. El partido también estuvo marcado por la intensidad física, con múltiples amonestaciones para jugadores de ambos equipos, incluyendo Zendejas, Jonathan dos Santos y Erick Sánchez A.
Con este resultado, Chivas suma su segundo triunfo del torneo y alcanza los 7 puntos, escalando posiciones en la tabla general. América, por su parte, se mantiene en la parte alta con 17 unidades, pero ve interrumpida su racha positiva y deberá reagruparse de cara a sus próximos compromisos.
El técnico Gabriel Milito respira tras una semana de presión, mientras que André Jardine tendrá que ajustar su esquema para recuperar el rumbo. El Clásico Nacional, una vez más, demostró que las estadísticas previas no definen el resultado cuando se juega con el corazón.



















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