Una nueva caravana migrante se prepara para partir este martes 1 de octubre desde la ciudad fronteriza de Tapachula, Chiapas, con rumbo a la Ciudad de México.
El contingente, conformado por cientos de personas provenientes principalmente de Centroamérica, Sudamérica y el Caribe, busca avanzar por territorio nacional en demanda de regularización migratoria, atención humanitaria y garantías de tránsito seguro.
Desde días previos, grupos de migrantes comenzaron a concentrarse en parques, albergues y espacios públicos de Tapachula, donde han denunciado demoras en los trámites ante el Instituto Nacional de Migración (INM), falta de acceso a servicios básicos y condiciones precarias de alojamiento.
La ruta prevista contempla avanzar por la carretera costera hacia el centro del país, con paradas en municipios como Huixtla, Arriaga y Juchitán.
Organizaciones civiles han alertado sobre los riesgos que enfrentan los migrantes en el trayecto, incluyendo operativos de contención, extorsiones, accidentes y condiciones climáticas adversas.
Por su parte, autoridades federales y estatales han informado que se desplegarán operativos de seguridad y atención médica en puntos estratégicos, aunque no han confirmado si se permitirá el libre tránsito del grupo.
El INM reiteró que los procedimientos migratorios deben realizarse de forma individual y en las oficinas correspondientes, sin que la participación en caravanas garantice permisos o beneficios especiales.
Expertos en movilidad humana advierten que la falta de mecanismos ágiles de regularización y la persistencia de crisis en países de origen seguirán alimentando este tipo de desplazamientos colectivos.
La caravana tiene previsto llegar a la capital en un plazo de dos semanas, aunque su avance dependerá de las condiciones del camino y de la respuesta de las autoridades.















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