Los ingresos fiscales derivados de las importaciones en México registraron un incremento del 24.5% durante el último trimestre, impulsados por la aplicación de nuevas tarifas a productos originarios de China.
Esta medida, parte de una estrategia de protección industrial y reordenamiento comercial, ha generado un efecto inmediato en la recaudación aduanera, según datos preliminares de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y el Servicio de Administración Tributaria (SAT).
El aumento responde a la imposición de aranceles adicionales a sectores estratégicos como maquinaria, textiles, electrónicos y productos químicos, en un contexto de creciente tensión comercial global.
La decisión, anunciada en junio, busca incentivar la producción nacional y reducir la dependencia de insumos asiáticos, especialmente en industrias clave como la automotriz, farmacéutica y tecnológica.
“La medida tiene un doble propósito: fortalecer la industria mexicana y garantizar una competencia más equitativa frente a prácticas desleales de comercio”, explicó en conferencia de prensa la subsecretaria de Comercio Exterior, Luz María de la Mora.
Según estimaciones oficiales, el alza en ingresos por importaciones representa más de 18 mil millones de pesos adicionales respecto al mismo periodo del año anterior.
Este repunte ha sido celebrado por autoridades fiscales, quienes lo vinculan con una mayor eficiencia en los controles aduaneros y una reconfiguración de las cadenas de suministro.
No obstante, cámaras empresariales como la CONCAMIN y la CANACINTRA han advertido sobre posibles efectos inflacionarios y dificultades para pequeñas y medianas empresas que dependen de insumos importados.
En respuesta, el gobierno anunció un programa de apoyo a la sustitución de importaciones y estímulos fiscales para productores locales.
En paralelo, se ha observado un aumento en las importaciones provenientes de países con los que México mantiene tratados comerciales vigentes, como Corea del Sur, Vietnam y naciones de la Unión Europea, lo que sugiere una diversificación acelerada de proveedores.
Expertos en comercio internacional señalan que el impacto de las tarifas podría extenderse a mediano plazo, con ajustes en precios al consumidor y una mayor presión sobre la logística regional.
Mientras tanto, el gobierno mantiene su postura firme frente a prácticas que considera lesivas para la industria nacional.
La SHCP prevé que, de mantenerse la tendencia, los ingresos por importaciones podrían cerrar el año con un crecimiento acumulado superior al 20%, contribuyendo significativamente al balance fiscal y a la financiación de programas sociales y de infraestructura.

















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