El Instituto Nacional de Migración (INM) cumple 32 años de ser la puerta de entrada de México al mundo, una institución que, a lo largo de más de tres décadas, ha consolidado su papel en la atención a personas migrantes con profesionalismo, compromiso y sensibilidad.
El INM impulsa una nueva etapa en su historia, marcada por una visión humanista que coloca la dignidad y el respeto al centro de su quehacer institucional. El objetivo: garantizar que cada persona migrante reciba un trato digno, sin distinciones de origen, nacionalidad o condición.
En todo el país, más de cinco mil mujeres y hombres trabajan diariamente en la atención y gestión migratoria, con principios de legalidad, calidad y calidez. Los Agentes Federales de Migración atienden en aeropuertos, puertos y puntos fronterizos; mientras los Grupos Beta se dedican al rescate y salvamento de personas migrantes que enfrentan situaciones de peligro en su tránsito por el territorio nacional.
Por su parte, los Oficiales de Protección a la Infancia y Grupos Vulnerables (OPI) desempeñan un papel clave en la salvaguarda de niñas, niños, adolescentes y adultos en condición vulnerable. A ello se suman programas emblemáticos como Repatriación Digna, que asegura retornos seguros y respetuosos para connacionales, y Héroes Paisanos, diseñado para acompañar y orientar a las y los mexicanos que residen en el extranjero y visitan México.
Con este aniversario, el INM reafirma su compromiso con una migración segura, ordenada y humana, fortaleciendo su vocación de servicio público y su papel esencial en la construcción de un país más solidario y respetuoso de los derechos de todas las personas que cruzan o eligen México como parte de su historia.

















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