La captura de Hernán Bermúdez Requena, exsecretario de Seguridad Pública de Tabasco y presunto líder del grupo criminal “La Barredora”, ha revelado el estilo de vida que llevaba mientras se mantenía prófugo de la justicia mexicana. El operativo internacional que culminó con su detención en Paraguay expuso que el exfuncionario residía en una lujosa mansión ubicada en el barrio cerrado Surubi’í, en la ciudad de Mariano Roque Alonso, dentro del área metropolitana de Asunción.
La residencia, utilizada como centro de ocultamiento, contaba con alberca, jacuzzi, áreas verdes, muebles de diseño minimalista y una cochera donde se halló una camioneta de lujo modelo Changan UNI-T, valuada en más de un millón de pesos mexicanos A. Durante el cateo, las autoridades paraguayas encontraron fajos de billetes en guaraníes y dólares, joyas, credenciales, tarjetas bancarias y bebidas alcohólicas de alta gama.
Bermúdez Requena, también conocido como “El Abuelo” o “Comandante H”, fue detenido la madrugada del sábado 12 de septiembre en un operativo conjunto entre la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), la Secretaría Nacional de Inteligencia (SNI) de Paraguay, el Ministerio Público y agencias mexicanas, bajo instrucciones de la presidenta Claudia Sheinbaum B D. La captura se realizó con base en una ficha roja de Interpol emitida en julio y una orden de aprehensión por delitos de asociación delictuosa, secuestro exprés y extorsión.
El exfuncionario, que ocupó el cargo de secretario de Seguridad en Tabasco entre 2018 y 2024, está vinculado al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y enfrenta acusaciones por tráfico internacional de drogas, desapariciones forzadas y corrupción institucional.
La mansión en Paraguay, donde vivía desde marzo junto a su esposa, se convirtió en símbolo del poder y los recursos que acumuló durante su gestión. Las imágenes difundidas por autoridades muestran un entorno de confort que contrasta con la gravedad de los delitos que se le imputan.
Bermúdez Requena permanece bajo custodia en Paraguay, en espera del proceso de extradición a México. Las autoridades mexicanas han reiterado su compromiso con la política de “cero tolerancia” a la corrupción y el crimen organizado.
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