En tiempos donde la violencia, la corrupción y la división social hieren el alma del país, la Arquidiócesis Primada de México lanzó un mensaje de esperanza con motivo de las fiestas patrias: México puede levantarse si camina unido.
En su editorial Desde la Fe, la Iglesia reconoció que “hay ocasiones en que México duele”, cuando se conocen historias marcadas por la inseguridad o la corrupción. Sin embargo, recordó que este país ha sabido sobreponerse en los momentos más difíciles y que la clave está en la unidad plural, aquella que permite disentir sin destruir, y que suma manos para proteger la vida y la dignidad.
Lecciones de la historia
La editorial evocó a grandes referentes como Tata Vasco, quien en Michoacán puso en el centro a las personas, organizó oficios, promovió la educación y construyó comunidades solidarias. También a Fray Bartolomé de las Casas, quien defendió a los más vulnerables y enseñó que no existe verdadero progreso si se aplasta la dignidad humana.
Ambos recordatorios, subrayó la Iglesia, muestran que el futuro del país depende de la capacidad de reconocer al otro como hermano y de trabajar juntos por el bien común.
La fe como motor de transformación
Para la Iglesia, la Eucaristía es el punto de partida de ese cambio: “El ‘vayan’ al final de cada misa significa salir al encuentro del que sufre”, afirma el texto. Si la celebración no nos vuelve más hermanos, más justos y solidarios, se queda en rito. Pero cuando transforma corazones, convierte a las parroquias en auténticos talleres de país.
La Arquidiócesis destacó que en las parroquias de la Ciudad de México se busca abrir más espacios de diálogo y encuentro con jóvenes, familias, personas alejadas de la fe y con quienes más lo necesitan.
Unidad frente a la adversidad
El mensaje también fue claro al señalar que la unidad exige honestidad para llamar al mal por su nombre, coraje para no normalizar la corrupción ni la extorsión, y templanza para no caer en la polarización que enfrenta a los mexicanos en bandos opuestos.
“Pasar del ‘¿qué me toca a mí?’ al ‘¿qué nos toca juntos?’ es el reto de este tiempo”, subraya la editorial.
Con un tono esperanzador, la Iglesia afirmó que México podrá superar la etapa de miedo y fractura no con soluciones mágicas, sino con la suma de pequeños actos de justicia y solidaridad, como lo hicieron en su tiempo quienes forjaron la historia de la nación.















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