En su primer Desfile Cívico Militar como presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo subrayó que la defensa de la soberanía es un compromiso irrenunciable del Estado mexicano y de su pueblo. Desde el Zócalo capitalino, ante miles de asistentes y más de 16 mil efectivos de las Fuerzas Armadas, la mandataria lanzó un mensaje categórico:
“Que no haya duda, nuestra soberanía no está en venta ni se negocia”.
Blindaje constitucional
Sheinbaum recordó que este año se reformó el artículo 40 de la Constitución para dejar asentado que México no admitirá intervenciones ni intromisiones extranjeras que vulneren su independencia y seguridad. Con ello, dijo, el país envía una señal firme: el destino nacional lo deciden las y los mexicanos.
Un principio heredado de la historia
La presidenta evocó el legado de Miguel Hidalgo, José María Morelos, Josefa Ortiz de Domínguez, Leona Vicario, Gertrudis Bocanegra y Vicente Guerrero, destacando que desde hace más de dos siglos el pueblo ha demostrado que la soberanía no se concede ni se suplica, sino que se defiende.
“Guerrero nos enseñó que la patria es primero, y esa sigue siendo la brújula moral de la nación”, afirmó.
Soberanía en la vida diaria
Sheinbaum insistió en que la independencia no solo se resguarda en las fronteras o en la diplomacia, sino también en la vida cotidiana: en las escuelas, en el campo, en las fábricas y en las comunidades. “Cada generación enfrenta su propia gesta. Hoy nos corresponde hacerlo con una transformación pacífica que ponga en el centro al pueblo”, señaló.
México de paz y dignidad
Finalmente, la presidenta reiteró que México seguirá siendo símbolo de paz y fraternidad en el mundo, bajo el principio de Benito Juárez: “El respeto al derecho ajeno es la paz”.
“México será siempre soberano mientras mantengamos vivo en el corazón nuestro amor a la patria y la convicción de que la soberanía no está en venta ni se negocia”, concluyó.















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