La ciencia mexicana está de luto. Este viernes falleció Julieta Fierro Gossman, física, astrónoma y una de las divulgadoras científicas más influyentes del país.
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) confirmó su deceso.
Fierro, nacida en la Ciudad de México en 1948, fue investigadora titular del Instituto de Astronomía de la UNAM y profesora de la Facultad de Ciencias.
Su trayectoria abarcó más de cinco décadas dedicadas a acercar el conocimiento científico a públicos diversos, desde aulas universitarias hasta programas infantiles de televisión.
Su estilo irreverente y creativo la llevó a utilizar la actuación, la comedia y hasta actos circenses como herramientas pedagógicas.
Entre sus más de 40 publicaciones destacan La astronomía de México (2001), Cartas astrales: un romance científico del tercer tipo (2006) y La familia del sol (1990).
También participó en la elaboración de textos escolares para preescolar y secundaria, siempre con el objetivo de hacer la ciencia accesible y atractiva.
Fierro recibió múltiples reconocimientos internacionales, entre ellos el Premio Kalinga de la UNESCO (1995), el Premio a la Divulgación de la Academia de Ciencias del Tercer Mundo (1992) y la Medalla Primo Rovis del Centro de Astrofísica de Trieste (1996).
En México, fue galardonada con el Premio Sor Juana Inés de la Cruz de la UNAM y recibió un Doctorado Honoris Causa por la Universidad Autónoma de Morelia.
Su legado no solo se mide en libros y premios, sino en generaciones de jóvenes que encontraron en ella una guía para entender el universo.
“Todos somos polvo de estrellas”, solía decir, frase que hoy resuena con especial fuerza tras su partida.
La comunidad científica, educativa y cultural del país lamenta profundamente su pérdida. Julieta Fierro deja una huella indeleble en la historia de la ciencia mexicana, como mujer, como académica y como incansable promotora del conocimiento.
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