A tres décadas de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Beijing en 1995, el Senado de la República fue sede del conversatorio “Beijing +30: igualdad, desarrollo y paz”, donde legisladoras, lideresas y representantes internacionales reflexionaron sobre los avances y desafíos en materia de igualdad de género, derechos humanos y participación política de las mujeres.
La presidenta del Senado, Laura Itzel Castillo Juárez, destacó que México vive un momento histórico al contar por primera vez con una mujer al frente del Poder Ejecutivo. Subrayó que el Plan Nacional de Desarrollo reconoce la representación femenina como eje transformador del gobierno, afirmando que “ninguna política se podrá implementar si no se reconoce ahí a las mujeres”.
Durante su intervención, Castillo Juárez enfatizó la importancia de la sororidad como motor de cambio y recordó su iniciativa de lenguaje de género presentada en 1998, cuando propuso renombrar las cámaras legislativas como “Cámara de Diputados y Diputadas” y “Cámara de Senadoras y Senadores”. A casi 30 años de aquella propuesta, hizo un llamado a retomarla como parte de la lucha por una representación equitativa.
“La transformación de México ha sido posible gracias a la persistencia de las mujeres, que han enfrentado obstáculos y resistencias, pero han logrado posicionar al país como referente mundial en materia de igualdad”, expresó.
Por su parte, Martha Lucía Micher Camarena, presidenta de la Comisión para la Igualdad de Género, celebró los avances legislativos que han permitido consolidar una agenda feminista robusta. “Hoy la Constitución reconoce la perspectiva de género, el derecho a vivir sin violencia, la igualdad salarial y el derecho a decidir sobre nuestro cuerpo”, afirmó.
Moni Pízani Orsini, representante de ONU Mujeres en México, resaltó que el encuentro se realiza en un contexto histórico, con mujeres liderando el Ejecutivo y ambas cámaras del Congreso. “Estos hitos no son un punto de llegada, sino un nuevo punto de partida para acelerar la transformación hacia la igualdad sustantiva”, señaló, al tiempo que reafirmó el compromiso de ONU Mujeres para acompañar a México con estándares internacionales y cooperación técnica.
La senadora Amalia Dolores García Medina (MC) recordó que la delegación mexicana que asistió a Beijing en 1995 fue plural, integrando voces de todos los partidos, del movimiento feminista y de sectores conservadores. “Fue un momento de confrontación y de construcción, que marcó el rumbo de muchas de las conquistas que hoy celebramos”, dijo.
El conversatorio se consolidó como un espacio de diálogo intergeneracional y parlamentario, orientado a evaluar los logros alcanzados y a identificar los retos pendientes para avanzar hacia una sociedad más justa, igualitaria y libre de violencias para todas las mujeres y niñas del país.

















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