En un operativo coordinado por fuerzas federales, fue detenido Rigoberto López Mendoza, alias El Pantano, señalado como presunto autor intelectual del asesinato del líder limonero Bernardo Bravo Manríquez, ocurrido el pasado lunes en el municipio de Apatzingán. La detención representa un avance en las investigaciones sobre la violencia que afecta al sector citrícola del Valle de Apatzingán.
De acuerdo con fuentes de seguridad federal, López Mendoza fungía como jefe operativo en el cobro de extorsiones a productores de limón, bajo órdenes de la célula criminal Los Blancos de Troya, vinculada a Cárteles Unidos y en disputa con el Cártel Jalisco Nueva Generación.
El cuerpo de Bravo Manríquez fue localizado con signos de tortura dentro de una camioneta Toyota Tacoma en el tramo Apatzingán-Tepetates. La necropsia confirmó que la causa de muerte fue una herida de bala en la cabeza. El líder limonero había denunciado públicamente el cobro de cuotas al gremio citrícola semanas antes de su asesinatoExpansión Política.
Durante la detención, El Pantano portaba tres credenciales, incluyendo una de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán, lo que refuerza su presunta infiltración en el sector productivo. Las autoridades también informaron que operaba desde la localidad de Cenobio Moreno, en el municipio de Aguililla, zona históricamente afectada por la presencia de grupos armados.
La Fiscalía General del Estado abrió una carpeta de investigación por homicidio doloso y confirmó que se realizarán diligencias complementarias para esclarecer la cadena de mando detrás del crimen. Se espera que en las próximas horas el gobierno federal emita un comunicado oficial sobre la captura y los cargos que enfrentará López Mendoza.
Este caso ha reavivado el llamado de organizaciones agrícolas y civiles para reforzar la seguridad en las zonas productoras de limón, donde el cobro de piso y la violencia han afectado gravemente la economía local y la integridad de sus líderes.















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