En un hecho que ha conmocionado al país, Carlos Manzo Rodríguez, presidente municipal de Uruapan, Michoacán, fue asesinado la noche del 1 de noviembre durante un evento público en el marco del Festival de las Velas, celebrado por el Día de Muertos. El ataque ocurrió en el Centro Histórico de la ciudad, frente a su familia y decenas de asistentes.
Desde la Cámara de Diputados, legisladores de todas las fracciones parlamentarias expresaron su profundo pesar por el crimen y extendieron sus condolencias a los familiares del edil. En un comunicado conjunto, los diputados lamentaron el asesinato y reiteraron el llamado urgente a las autoridades para que se esclarezcan los hechos y se castigue a los responsables.
Carlos Manzo, quien asumió el cargo en septiembre de 2024, había denunciado en múltiples ocasiones la presencia del crimen organizado en la región y solicitado apoyo de la Federación para garantizar la seguridad en Uruapan. Su valentía al enfrentar estas amenazas fue reconocida por diversos actores políticos, quienes también señalaron la falta de respuesta por parte del Gobierno Federal ante sus denuncias.
La Fiscalía General del Estado de Michoacán informó que ya se han detenido a dos presuntos responsables y uno más fue abatido durante el operativo posterior al ataque. Las investigaciones continúan, y se espera que se esclarezca el móvil del crimen, que ha sido catalogado como un ataque directo.
La secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, también se sumó a las condenas, expresando su solidaridad con los seres queridos del alcalde y confiando en que las investigaciones conduzcan a la justicia.
Este lamentable hecho reaviva el debate sobre la seguridad de los funcionarios públicos en México, especialmente en regiones afectadas por la violencia del crimen organizado. La Cámara de Diputados ha instado a reforzar las medidas de protección y a no dejar en el abandono a quienes, como Carlos Manzo, alzan la voz en defensa de sus comunidades.
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