En un ambiente de dolor, indignación y exigencia de justicia, cientos de ciudadanos se congregaron este domingo en Uruapan y Morelia, Michoacán, para rendir homenaje al alcalde asesinado Carlos Manzo Rodríguez. Las manifestaciones incluyeron una misa solemne y una marcha pacífica, en las que se alzaron voces contra la violencia y la impunidad que azotan al estado. Durante el acto, el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla fue abucheado por los asistentes, reflejo del creciente descontento social.
Un crimen que sacudió a Michoacán
Carlos Manzo, presidente municipal de Uruapan, fue asesinado la noche del 1 de noviembre durante el Festival de Velas, una celebración tradicional del Día de Muertos. El ataque ocurrió en el Centro Histórico de la ciudad, frente a su familia y decenas de ciudadanos. El edil recibió seis impactos de bala y falleció en el hospital horas después.
La Fiscalía General del Estado confirmó que un regidor resultó herido en el atentado, y que dos personas fueron detenidas. También se aseguró un arma y se encontraron siete casquillos percutidos en el lugar del crimen.
Misa, marcha y clamor ciudadano
En respuesta al asesinato, colectivos ciudadanos y habitantes de Michoacán organizaron una serie de movilizaciones. La primera tuvo lugar este domingo 2 de noviembre en la plaza Jardín Morelos de Morelia, conocida como “El Caballito”, donde se celebró una misa en memoria del edil y se encendieron velas en el sitio del ataque.
Posteriormente, se llevó a cabo una marcha bajo el lema “¡Ya basta de abusos y omisiones!”, que recorrió las calles de la capital michoacana. Los manifestantes exigieron justicia para Carlos Manzo y denunciaron la creciente violencia, corrupción e impunidad en el estado.
Abucheos al gobernador
Durante el homenaje, la presencia del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla generó una reacción adversa. Al tomar la palabra, fue interrumpido por abucheos y gritos de “¡Justicia!” por parte de los asistentes, quienes lo responsabilizaron por la falta de seguridad y resultados ante la ola de violencia que afecta a Michoacán.
La tensión en el evento reflejó el hartazgo de la ciudadanía ante la inseguridad y la percepción de inacción por parte de las autoridades estatales.















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