El impuesto a las bebidas azucaradas cuenta con un amplio respaldo entre la población mexicana. De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Percepción del Impuesto a Bebidas Azucaradas, presentada este lunes por El Poder del Consumidor, más de la mitad de las personas consultadas (56%) aprueba el incremento a este gravamen, y el apoyo crece hasta 83% cuando los recursos se destinan a la prevención y atención en salud.
El estudio, realizado por la agencia Dinamia en septiembre de 2025 con una muestra nacional de 1,500 entrevistas, reveló además que cuatro de cada diez personas consume refrescos al menos una vez al día, y nueve de cada diez considera que estas bebidas son dañinas para la salud.
La encuesta muestra también una alta percepción de responsabilidad por parte de la industria: 64% de los entrevistados cree que las empresas productoras deben asumir los costos de los daños que sus productos provocan al sistema de salud, mientras que 89% opina que el gobierno y el Congreso deben anteponer la salud pública a los intereses corporativos.
Estos resultados coinciden con los obtenidos en otros ejercicios recientes. Una encuesta de Enkoll, presentada el 9 de octubre por la presidenta Claudia Sheinbaum, reveló que 88% de la población considera que los refrescos son muy dañinos y 54% está de acuerdo en aumentar su impuesto. A su vez, El Heraldo de México publicó que 66% de la ciudadanía respalda este tipo de medidas fiscales.
De esta forma, los hallazgos desmienten los argumentos de las cámaras empresariales y organizaciones vinculadas a la industria refresquera, que han asegurado que la población rechaza el aumento. Por el contrario, las encuestas confirman un respaldo social amplio a las políticas fiscales que buscan reducir el consumo de azúcar y fortalecer la salud pública, en línea con las metas establecidas por el gobierno federal.
Paulina Magaña, coordinadora de la campaña de Alimentación Saludable de El Poder del Consumidor, llamó al Congreso a aprobar el incremento a $7 pesos por litro, equivalente al 20% del precio del producto, como recomiendan los organismos internacionales.
“Esta medida representa una oportunidad histórica para fortalecer la política fiscal en salud y responder a la evidencia científica que vincula el consumo excesivo de estas bebidas con enfermedades crónicas como la diabetes y la obesidad”, subrayó.
La propuesta será discutida la próxima semana en el marco del Paquete Fiscal 2026. Su aprobación, advierten especialistas, no solo podría salvar vidas y reducir enfermedades crónicas, sino también generar recursos que impulsen programas de prevención y atención en salud, priorizando el bienestar social sobre los intereses comerciales.
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