La era digital y el uso intensivo de redes sociales se han convertido en un serio factor de riesgo para el desarrollo de trastornos alimentarios entre adolescentes y jóvenes, advirtió la catedrática e investigadora del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Ana María Balboa Verduzco.
La especialista en Psicología Clínica y de la Salud, adscrita a la Escuela Superior de Medicina, explicó que las plataformas digitales difunden información y estereotipos basados en cánones de belleza erróneos e inalcanzables, lo que influye negativamente en los hábitos alimentarios y el bienestar psicológico de las y los jóvenes.
“Los cambios en los hábitos alimentarios y la percepción distorsionada del cuerpo humano pueden derivar en depresión, ansiedad, ideas suicidas, pensamientos distorsionados y baja autoestima”, subrayó.
La experta recordó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica los trastornos alimentarios como desórdenes mentales y del comportamiento, caracterizados por un temor persistente a ganar peso y una conducta alimentaria descontrolada.
Balboa Verduzco destacó que las técnicas de Terapia Cognitivo-Conductual han mostrado resultados positivos en el tratamiento de estos padecimientos. “La recuperación requiere trabajo constante, paciencia y un manejo adecuado de la narrativa personal, que fomente pensamientos positivos sobre los alimentos y fortalezca la autoestima”, explicó.
La investigadora hizo un llamado a madres y padres de familia a detectar señales tempranas, como aislamiento, pérdida de peso, frustración o depresión, y a fomentar la revisión médica periódica. Cuando el problema ya está presente, dijo, es necesaria una atención integral que incluya la intervención de psicólogos, pediatras, nutriólogos y paidopsiquiatras, además del apoyo familiar.
Recomendó mantener una alimentación balanceada, con base en verduras y agua natural, la práctica de ejercicio moderado y la convivencia en espacios al aire libre, para favorecer un desarrollo armónico y saludable.
Balboa Verduzco advirtió que el origen de la bulimia es multifactorial, y que factores como el bullying relacionado con el sobrepeso pueden influir en su aparición. También señaló que la exposición constante a imágenes manipuladas y mensajes distorsionados en redes sociales agrava la problemática.
Con más de tres décadas de experiencia en Terapia Cognitivo-Conductual, la especialista alertó que muchos usuarios, especialmente adolescentes, no poseen la madurez suficiente para reconocer la irrealidad de los estándares de belleza difundidos en redes.
Este entorno, concluyó, puede provocar daños neurológicos, alteraciones hormonales, problemas cardiacos, digestivos y dentales, derivados de conductas extremas como la inanición o el vómito recurrente.
El pronunciamiento de la especialista se enmarca en la política de salud impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y promovida por el secretario de Educación Pública, Mario Delgado Carrillo, orientada al cuidado integral y la atención preventiva de la salud en las comunidades educativas.
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