En su primer día como titular interina de la Fiscalía General de la República (FGR), Ernestina Godoy Ramos realizó ajustes inmediatos en dos de las áreas más sensibles de la institución. César Oliveros Aparicio fue nombrado al frente de la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada (FEMDO), mientras que Héctor Elizalde Mora asumió la dirección de la Agencia de Investigación Criminal (AIC).
Ambos funcionarios son reconocidos por su cercanía con Omar García Harfuch, actual secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, y por haber colaborado previamente con Godoy en la Fiscalía de Justicia de la Ciudad de México. Oliveros se desempeñaba en la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana como responsable de Planeación y Análisis, y antes coordinó investigaciones de alto impacto en la SSC-CDMX bajo el mando de Harfuch. Elizalde, por su parte, ha ocupado cargos operativos en seguridad e investigación vinculados a la misma red de trabajo.
Los relevos se producen apenas 24 horas después de la renuncia de Alejandro Gertz Manero como fiscal general, lo que marca un giro en la conducción de la FGR. Con estos nombramientos, Godoy coloca a perfiles de confianza en posiciones estratégicas para el combate al crimen organizado y la coordinación de investigaciones federales.
La FEMDO y la AIC son consideradas áreas neurálgicas para la persecución de delitos de alto impacto, desde narcotráfico hasta operaciones financieras ilícitas. La llegada de Oliveros y Elizalde refuerza la influencia de Harfuch y del círculo cercano de la presidenta Claudia Sheinbaum, en un momento de transición institucional y expectativa sobre la designación definitiva del próximo fiscal por parte del Senado.
Fuentes federales señalan que estos movimientos buscan garantizar continuidad y control político en la FGR, mientras se define el rumbo de la institución tras la salida de Gertz. La presencia de funcionarios ligados a Harfuch abre un nuevo capítulo en la relación entre la seguridad federal y la procuración de justicia.
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