La discusión de la nueva Ley General de Aguas ha encendido la inconformidad de cientos de campesinos en distintos estados del país.
Este lunes, las principales carreteras de Zacatecas amanecieron bloqueadas por agricultores que, a bordo de tractores y maquinaria, tomaron casetas de peaje y tramos federales para exigir que se modifiquen las reformas que actualmente se debaten en el Congreso de la Unión.
Los inconformes señalan que las reglas de acceso y distribución del agua para riego no están claras y que las modificaciones propuestas podrían afectar gravemente al sector agrícola, especialmente en regiones con condiciones hídricas más adversas.
“Sentimos que nos va a afectar todavía mucho a todo el sector que manejamos agua de riego, mucho más a Zacatecas que a otros estados”, expresaron dirigentes campesinos.
La protesta forma parte de una serie de movilizaciones que se han extendido en las últimas semanas. El Frente Nacional para el Rescate del Campo Mexicano ya había realizado bloqueos en carreteras y aduanas, logrando acuerdos iniciales con la Secretaría de Gobernación y legisladores de Morena y PT.
Sin embargo, los líderes agrarios advierten que se mantendrán en alerta y listos para reactivar las manifestaciones si los compromisos no se cumplen.
En las negociaciones recientes, se han incorporado más de 50 cambios al dictamen de la ley para atender las demandas del sector rural.
Aun así, los campesinos insisten en que las modificaciones no son suficientes y que la falta de claridad en las reglas de operación podría derivar en un nuevo ciclo de bloqueos carreteros.
La presión ha obligado a la intervención de figuras políticas como Ricardo Monreal, quien funge como mediador entre los inconformes y la Secretaría de Gobernación.
El objetivo es evitar que las protestas paralicen nuevamente el tránsito en carreteras y fronteras, como ocurrió la semana pasada.
Por ahora, los bloqueos en Zacatecas continúan de forma intermitente, permitiendo el paso cada hora durante diez minutos, mientras los campesinos esperan respuestas más concretas del Congreso.
La advertencia es clara: si no se atienden sus exigencias, las movilizaciones se intensificarán y podrían extenderse a otros estados.















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