En una audiencia celebrada este lunes en la Corte Federal de Distrito Norte de Illinois, en Chicago, Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, se declaró culpable de narcotráfico y crimen organizado.
El acusado, de 39 años, es señalado como uno de los líderes de la facción conocida como Los Chapitos, vinculada al Cártel de Sinaloa.
La declaración de culpabilidad marca un giro en el proceso judicial iniciado tras su captura en julio de 2024, cuando fue detenido junto a Ismael “El Mayo” Zambada.
Guzmán López reconoció además haber participado en el secuestro de Zambada, trasladándolo en un avión privado hacia Estados Unidos, hecho que derivó en acusaciones adicionales de secuestro y traición a la patria en México.
El caso contra Guzmán López incluye cinco cargos federales, aunque en esta audiencia se limitó a aceptar responsabilidad por narcotráfico y crimen organizado.
La Fiscalía estadounidense lo acusa de haber dirigido operaciones de tráfico de fentanilo, cocaína, metanfetamina y heroína hacia territorio estadounidense, consolidando la influencia de Los Chapitos tras la extradición de su padre en 2017.
Con esta decisión, Guzmán López se convierte en el segundo hijo del “Chapo” en declararse culpable en Estados Unidos, después de que su hermano Ovidio Guzmán hiciera lo propio meses atrás.
Ambos casos refuerzan la estrategia de Washington contra el Cártel de Sinaloa, considerado por las autoridades como una Organización Terrorista Extranjera debido al tráfico masivo de fentanilo.
La jueza Sharon Johnson Coleman presidió la audiencia en la que Guzmán López cambió su declaración inicial de inocencia.
El proceso continuará con la definición de la sentencia, que podría implicar condenas de décadas de prisión, en línea con los precedentes de otros líderes del narcotráfico extraditados a Estados Unidos.
Fuentes judiciales señalan que la cooperación de Guzmán López podría ser determinante en futuras investigaciones contra la estructura del Cártel de Sinaloa y sus vínculos internacionales.















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