El diputado Éctor Jaime Ramírez Barba (PAN) advirtió que el dictamen para prohibir los cigarrillos electrónicos incluye ajustes que reducirán la capacidad del Fondo de Salud para el Bienestar (Fonsabi) para atender enfermedades de alto costo, como cáncer o infartos.
Expuso que la reforma elimina la obligación de destinar un mínimo de 8% a padecimientos catastróficos, pese a que este monto responde a cálculos actuariales que garantizan atención a pacientes sin seguridad social. Señaló que, en contraste, se plantea permitir que sólo 3% se use para infraestructura, alterando la lógica original del fondo.
También criticó que la atención de estos casos quede sujeta a un comité, lo que consideró impráctico y riesgoso. “No se puede depender de sesiones burocráticas para decidir 20 mil expedientes”, afirmó, al advertir que esto abriría la puerta a decisiones discrecionales.
El panista insistió en que al menos la mitad del Fonsabi debería destinarse a gastos catastróficos, unos 17 mil millones de pesos, para garantizar tratamientos, medicamentos e intervenciones urgentes. Alertó que la reforma permitiría usar los recursos para gasto corriente, mantenimiento y conservación, ámbitos que deben cubrirse con el presupuesto regular.
Recordó que hospitales e institutos de alta especialidad enfrentan recortes en 2024, situación visible en centros como el Hospital Juárez y el Infantil de México.
Finalmente, calificó como un exceso que el dictamen penalice a jóvenes por portar vapeadores, lo que —dijo— podría empujarlos al consumo de tabaco o mariguana, sustancias que no están prohibidas.
Deja una respuesta