El gobierno de Estados Unidos entregó a México a 14 ciudadanos mexicanos que cumplían sentencias federales por delitos relacionados con distribución de drogas, posesión ilegal de armas de fuego o ambos, como parte del Tratado Internacional de Transferencia de Prisioneros vigente entre ambos países.
La operación, realizada el 5 de diciembre, fue anunciada por Matthew R. Galeotti, fiscal general adjunto interino de la División Penal del Departamento de Justicia, y Shane Salem, subdirector de la División de Programas Correccionales de la Oficina Federal de Prisiones. Todos los reclusos habían solicitado su traslado a territorio mexicano para completar ahí el resto de sus condenas.
La transferencia fue coordinada por la Unidad Internacional de Transferencia de Prisioneros (IPTU), adscrita a la Oficina de Asuntos Internacionales del Departamento de Justicia.
Este programa, autorizado por el Congreso estadounidense, permite que personas extranjeras bajo custodia federal o estatal puedan cumplir sus penas en su país de origen, siempre que ambos gobiernos aprueben la solicitud.
Estados Unidos mantiene actualmente 10 acuerdos bilaterales y dos convenciones multilaterales que facilitan este tipo de procesos con más de 85 países.
En paralelo, tres ciudadanos estadounidenses condenados por tráfico de sustancias controladas fueron repatriados el 9 de diciembre para terminar sus sentencias —de entre 22 meses y cuatro años y medio— en prisiones de Estados Unidos, al amparo de los mismos mecanismos internacionales.















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