Durante la reunión del Concejo Nacional de Dirigentes, su líder, Álvaro López Ríos, sostuvo que la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum mantendrá la dependencia alimentaria, mientras millones de productores quedan fuera de los planes oficiales.
De acuerdo con el dirigente, en tres décadas la producción nacional apenas creció 18%, mientras que el consumo aumentó 147%. Hoy México solo produce 49% del maíz que consume, lo que abre espacio a importaciones baratas procedentes de Estados Unidos que —dijo— favorecen a la industria pero asfixian al productor.
López Ríos criticó el “triunfalismo artificial” del secretario de Agricultura, Julio Berdegué, y aseguró que su llamada Nueva Agricultura Nacional no tiene sustento. Cuestionó que no exista un plan operativo, ni presupuesto suficiente, para recuperar la autosuficiencia y la soberanía alimentaria.
Recordó que para finales de 2023 la superficie agrícola sembrada cayó en más de 4 millones de hectáreas, debido a la falta de crédito y apoyos. En entidades como Guanajuato, advirtió, uno de cada diez productores podría abandonar sus tierras en 2025 por la descapitalización.
La UNTA subrayó que los altos costos de insumos como fertilizantes y semillas, documentados por el INEGI, han vuelto incosteable sembrar. La desaparición de la Financiera Nacional de Desarrollo y las restricciones en FIRA han dejado a miles de pequeños agricultores sin acceso a financiamiento.
Ante este panorama, López Ríos llamó a organizar una Convención Nacional de Productores Rurales para construir un Nuevo Programa para la Justicia y el Progreso del Campo, que incluya las necesidades reales del sector agrícola.















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