El gobierno federal rechazó haber otorgado privilegios fiscales extraordinarios a la FIFA con motivo del Mundial que se celebrará en México y subrayó que su papel se concentra en la protección de los consumidores y en la coordinación con autoridades locales para el ordenamiento de actividades comerciales en torno a los estadios.
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo señaló que versiones periodísticas difundidas el fin de semana sobre supuestas facilidades tributarias son incorrectas.
“Salió un artículo diciendo que se estaba dando muchísimas facilidades a la FIFA para disminución de impuestos… fue al revés”, afirmó.
Explicó que los compromisos firmados entre 2015 y 2016 para asegurar la realización del Mundial en México contemplaban varios años de exenciones fiscales, pero en la actual administración se revisaron y acotaron.
“Se redujo a un año y se acotó por parte de la Secretaría de Hacienda”, precisó, al referir que esta información fue detallada en un comunicado oficial emitido recientemente.
En cuanto a la comercialización de boletos, Sheinbaum reiteró que se trata de un proceso ajeno al gobierno. “La venta de boletos es un asunto privado; el gobierno no interviene”, subrayó.
No obstante, puntualizó que sí existe una responsabilidad pública para evitar abusos contra los aficionados. “Interviene Profeco para revisar que no haya ningún abuso a las personas consumidoras”, añadió.
Al respecto, el procurador federal del Consumidor, César Iván Escalante Ruiz, explicó que la Procuraduría Federal del Consumidor acompaña a la FIFA en el diseño de una plataforma de intercambio de boletos, ante la imposibilidad legal de autorizar la reventa en México.
“Dimos el acompañamiento para que el diseño estuviera acorde con la legislación mexicana”, señaló. Detalló que, a diferencia de Canadá y Estados Unidos, donde la reventa es legal, en México está prohibida, lo que obligó a buscar un esquema alternativo. “No pudieron desarrollar una plataforma de reventa, tal cual; lo que decidió FIFA fue una plataforma de intercambio”, explicó.
Escalante precisó que este mecanismo permitirá a los aficionados cambiar entradas adquiridas antes de que existiera el calendario oficial de partidos, sin fines de lucro y dentro de un marco regulado. Recalcó que se trata de un servicio privado, pero bajo observación de la autoridad.
“Si hubiera alguna queja de algún consumidor en la utilización de esta plataforma, o en general en la venta de boletos, nosotros apoyamos para defender a las personas consumidoras”, aseguró.
Además del tema de boletos, la presidenta Sheinbaum informó que el gobierno federal trabaja de manera coordinada con la FIFA, los gobiernos estatales y las ciudades sede para atender la venta informal y la comercialización de productos no oficiales en los alrededores de los estadios. Indicó que la regulación del organismo internacional es estricta y que su cumplimiento involucra a autoridades municipales, estatales y federales.
“Hay una parte de la regulación donde son las ciudades las que deben hacer la inspección, en otros casos el Estado o la Federación, pero hay un trabajo coordinado con FIFA y con los tres niveles de gobierno”, explicó.
El objetivo, dijo, es garantizar orden, legalidad y protección tanto a los consumidores como a los comerciantes formales durante los partidos que se disputen en territorio nacional.
Con ello, el Gobierno Federal busca dejar claro que su relación con el Mundial se limita a la coordinación institucional y a la defensa del interés público, sin intervenir en negocios privados ni conceder beneficios fiscales fuera del marco legal.















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